Trastornos de la movilidad ocular

Estrabismo
SALUD
RAPIDEYE/ISTOCK

El movimiento de nuestros ojos es controlado por seis músculos extraoculares que trabajan en equipo. Los cuatro rectos y dos oblicuos. Su origen es en las paredes de la orbita y se insertan en la esclerótica. Inervados por el tercer, cuarto y sexto par craneal. Los musculos estan controlados por el cerebro.

Los seis músculos extrínsecos sirven para girar el ojo alrededor de los ejes verticales (aducción y abducción), transversal (elevación y descenso), anteroposterior (rotación y torsión).

En cada movimiento de los ojos, varios músculos de cada ojo actúan al mismo tiempo; pero al moverlos en cualquiera de las seis direcciones, hay siempre un musculó de cada ojo que actúa de un modo predominante. Ambos ojos siempre se mueven simultáneamente regulados por centros de asociación que inervan ciertos músculos.

El estrabismo en un trastorno en el cual los ojos no están alineados correctamente y apuntan en distintas direcciones. En la mayoría de los niños con estrabismo, la causa es desconocida. En más de la mitad de los casos, el problema está presente generalmente al nacer o poco después. La mayoría de las veces, el problema tiene que ver con el control muscular y no con la fortaleza del músculo. Si el estrabismo no se trata a tiempo, el cerebro va ignorar al ojo desviado y este nunca desarrollara una buena visión, esto se conoce como ambliopía. El estrabismo también afecta de manera psicológica a los niños y padres de familia debido a que en algunos casos pueden ser objeto de burla por parte de otros compañeros.

El estrabismo en los adultos se puede dar por problemas de salud como la diabetes, tiroides, miastenia gravis, tumores cerebrales, derrames cerebrovasculares, accidentes o traumas en la cabeza, danos a los músculos del ojo después de una cirugía.

Parálisis del III nervio craneal – este trastorno afecta los movimientos del ojo y el funcionamiento adecuado de la pupila y puede incluir diplopia (vision doble), y ptosis (parpado caído). La parálisis del tercer par, comúnmente es el resultado de un aneurisma, hernia o tumor en el cerebro, traumatismo, meningitis, la diabetes o hipertensión. El ojo afectado puede desviarse levemente hacia afuera y abajo en una mirada recta hacia adelante y se afecta la mirada hacia arriba. La pupila puede ser normal o estar dilatada; su respuesta al reflejo fotomotor directo y consensual puede ser lenta o estar ausente.

Parálisis del IV nervio craneal – afecta al musculo oblicuo superior y esto hace de que tenga dificultad para mirar hacia abajo y hacia adentro. Puede afectar a uno o ambos ojos y puede producir visión doble (diplopía). Sin embargo, la inclinación de la cabeza hacia el lado opuesto al músculo paralizado puede compensar y eliminar las imágenes dobles. El tratamiento involucra ejercicios oculomotores, lentes prismáticos y si la parálisis no se resuelve, por último puede ser necesaria una cirugía en casos de estrabismo congénito.

Parálisis del VI nervio craneal – afecta el músculo recto lateral y deteriora el movimiento hacia afuera (abducción ocular). La parálisis puede ser secundaria a un infarto del nervio, una encefalopatía de Wernicke, un traumatismo, una infección o una hipertensión intracraneana o puede ser idiopática. Se puede dar en pacientes diabéticos, hipertensos, traumatismo, meningitis, esclerosis multiple, aneurisma, vasculitis, tumores, infección. En muchos pacientes, las parálisis del VI nervio craneal se resuelven una vez que el trastorno subyacente es tratado. Si existe una infección, inflamación o tumor, su tratamiento puede mejorar el cuadro.

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